martes, 5 de marzo de 2013

Édgar Chávez 

Fotoperiodista

México, DF, 1983

Autorretrato, Edagr Chávez

Por: Eduardo  A. Ramírez Bolaños



"La Vida Cotidiana"

La idea del viaje a diferentes partes del país, captar con el lente de la cámara aquello que es necesario mostrar es un tema que tanto a Édgar como a mí nos ha obsesionado mucho tiempo.  Édgar conoce el tema,  porque trabajo como fotógrafo en un diario y por su afán de continuar de manera independiente; aunque ha viajado, pienso que los recorridos más importantes son aquellos que lo acercaron a sí mismo, a reconocer su espacio. De aprender a mirar y saber tomar esa imagen acertadamente. 


Mitlantecuhtli (2012) México DF. Édgar Chávez




Su acercamiento con la fotografía fue desde pequeño, jugando entre maquinas, redacciones y cuartos obscuros; su padre lo adentro en este mundo, pues trabajo en un rotativo: eso ha sido su constante, su inspiración.Hay que jugar con las imágenes, al final de cuentas nunca dejamos de ser niños me comento, entre charlas.

Don Andrés (2013) Zactecas, Zac. Édgar Chávez




Retratar la Vida Cotidiana para Chávez es captar en un cuadro un pequeño instante, darle voz a aquello que habita en el trasfondo de la imagen, crear un diálogo. En una ocasión me mandó una foto que había tomado a Don Andrés, un señor ya mayor que pide limosna afuera de la Catedral de Zacatecas, la imagen cambió mi forma de ver a aquellas personas que muchas veces se piensa no importan, tal vez porque no sabemos su vida, las historias que quieren contar; esa es la esencia de su trabajo, mostrar desde su lente lo que muy difícilmente podemos distinguir. 





Vida Cotidiana (2013) Zacatecas, Zac. Édgar Chavéz

Aprendió a observar y, en silencio, dejó que algunos materiales se quedarán cerca para sondear sus límites: la luz, el papel, la cámara fotográfica. “El fotógrafo que empuña la cámara, puede dibujar lo que se oculta en su memoria”.

Obra en la curva de la araña (2013) Zacatecas, Zac. Édgar Chávez

   
Matlachin (2013) Zactecas, Zac. Édgar Chávez









Continuum

(Edición Especial) 

Continuum hace presente su segundo número (edición especial), una muestra de la creación de jóvenes artistas emergentes, algunos cuantos con trayectoria. Nos dimos a la tarea de reunir a escritores, pintores,fotógrafos, ilustradores y editoriales para conformar una edición llena de textos de antojo como una porno mexicana. 

El Editor

Colaboradores: BAA, Edgar Chávez, Alondra Basurto, Óscar Édgar López, Luna Rdz, Pascual Hortelano, Atenea Cruz, Eduardo Lozano, Jóse Antonio Méndez, Ra del Pot, Georgina Quiñones. Agradecimientos a: Mario Eduardo Ángeles (La testadura, Querétaro) y a Abigaíl Dávalos (Paideian, México, D.F.) 

Editoriales hermanas: 


lunes, 18 de febrero de 2013

lunes, 4 de febrero de 2013


UN GATO HACE EL MISMO ESCÁNDALO QUE HACEN CIEN GATOS: APUNTES MAULLADOS SOBRE POESÍA Y LENGUAJE



Óscar Édgar López*




I
Aunque la noche sea de los gatos me niego a tolerar un concierto más de maullidos y lloriqueos infantiles; no los soporto cuando revuelven la basura bajo el poste, ni los encuentro encantadores espiando como soplones bajo los autos y los tendederos de ropa. Hace un par de noches, mientras enfrentaba la página en blanco, esa fatalidad que nos visita tan seguido, escuché a la pandilla de leones de sillón acercarse a la cuadra, sentí pavor de mirar que eran cientos o miles los bichos que rodearon mi aposento, aseguré las ventanas y eché llave a los cerrojos, temblando y ya con el infierno en los oídos por el coro felino, me sumergí bajo las cobijas abrazado a mi escudero, un canino asalchichado que temblaba más que yo. Así postrados, hundidos en la oscuridad de la habitación, escuché que entraron a mi casa, rompieron ventanas, rasgaron cortinas, pronto la manada llegó hasta el cuarto donde estábamos; el escudero se tragó los ladridos, yo me aferré a las sábanas.

Foto: Edgar Ibarra Luna

     Con un salto y un caminar elegantes el gato mayor se acercó hasta la punta de mi nariz, noté que traía un rollito de papel en el hocico, lo dejó caer en mi pecho y se alejó con sus compañeros, no sin antes asaltar mis viandas y dejarme sin latas de atún ni calamares. El rollo era una carta muy bien redactada, por autor firmó en la parte superior: Isidore Ducasse, conde de Lautremont. Mi sorpresa me echó fuera de la cama, estaba desconcertado, pues no hace más de tres meses escribí una carta al conde, pero la dejé olvidada en una campiña de festejos, jamás creí que la leyera, menos aún que me contestara. Su misiva era una salvación pues me aclaraba las dudas que en la mía le confesaba: ¿si es el hombre esclavo del lenguaje, si la poesía vive en el poema o lo contrario, si escribir era resistir o aceptar el absurdo? Luego que leí sus respuestas, acaloradas y algo babeadas por su mensajero, no tuve más el problema de la hoja en blanco, escribí las líneas que a continuación siguen, para ellas me fue cara además la lectura de algunos ensayos de Martin Heidegguer, Jaques Derrida, Corinne Ennaudeau y otros pensadores que en el camino de mi propio pensar encontré. Aquí dejo pues el resultado de tales andares:


II
     Como una voz que se arremolina en el hueco de una coraza muy antigua, como una presencia no siempre presentida, sentimos al cuerpo dialogar con el universo, no hay palabra, pero sí el sonido, tampoco un alfabeto, pero sí el signo; podrá ser el momento de asaltar a la duda y responderle, que el lenguaje es la vida, que al habitarlo nos hacemos.  Todo cuanto creemos que hay lo ha puesto la palabra; en el hacer del lenguaje segmentamos la existencia, por la mitad el centro rector y en los flancos la binaria estafeta de la eternidad: lo presente y lo ausente, lo mortal y lo inmortal, el cielo y la tierra.  
Pero la palabra que ha sido dicha no es dichosa, porque su finitud sonora y  su resistencia semántica la transforman en asedio y no en presencia; el lenguaje crea un tejido en donde la conciencia encuentra asidero, que por supuesto, no es infinito ni absoluto. Nótese como se desgaja, como poco a poco la certeza mañosa se viene abajo y nosotros con ella y nosotros a ella. 
     
     Existe un hablar puro, dice Heidegger: la poesía ; pero llevada a la estructura, aferrada al verso, ¿la poesía fallece por el freno de la palabra?, es decir: la palabra asesina el movimiento creador de la poesía, la encarcela, la cela, le pone autor y medida. Presentada así, en ataúd tipográfico, la poesía se fija, y si habremos de hacer caso a Paz, cada vez que el poema es leído la poesía vuelca su energía una vez más y sucede.  

    Porque la detenemos en versos, la poesía puede ser leída y aún entendida, lo que prevalece es la imagen, partícula motora de las afecciones. Luego el sonido la arropa y el entendimiento exige un significado, así tejido el lenguaje nos recrea, como no hay realidad sino realidades dentro del sistema, la vida ridículamente finita de la carne, por lo tanto del personaje que se nos ha dado a interpretar; acontece una y otra vez como crece la cola de un lagarto inmortal cada verano.

    Ese hablar puro que es la poesía existe como alternativa y como posibilidad del mundo, entendida como la cualidad proteica de la cosa , (la otra es el cuerpo); revela su multiplicidad apenas cambia de sitio en una supuesta escala simbólica, así nos confirma su existencia en nosotros, como especie, como cosa en el universo. Posibilidad de tejer con los hilos de la escritura en la maraña inmensa de el mundo velado, no olvidemos que el lenguaje prepara toda tentación de sumergirse.

     Escribir poesía es exaltar la posibilidad de la cosa, dialogar con las variantes, que es el fin del ejercicio escritural; el proceso parece el mismo, un verso comienza a gestarse a partir de una combinatoria sensual e intelectual, como posiblemente la palabra apareció revelada en la boca del primer hablante que escuchó el zumbido del mundo.  El hombre se encuentra detrás del lenguaje, uno gastado, al que mantiene en jaula dentro de su posibilidad explotada, al decir por ejemplo “amor”, el significado se mantiene oculto tras el disfraz enfermizo de la humanidad, uno monstruoso como él, tan fatal y caprichoso. Casi todo el lenguaje utilizado para la vida corriente posee la mima característica de existir muerto, necesita mantener ese régimen pues son esos pequeños actos cotidianos los que sustentan la farsa de la sociedad, o más bien: el vicio de existir. 

     Lo traducible del poema no puede ser la palabra, en tal caso se reescribiría, tampoco el sonido, pues al transformar la grafía éste cambia y sólo se aproxima , jamás leeremos un Quevedo anglosajón, como tampoco a un Jhon Milton de los magueyes; lo trasladable es la posibilidad, en ella anida el efecto del arte, la imagen, pero no sola, como un icono mental, al contrario, impulsada por las aproximaciones de los otros elementos: el sonido, la sintaxis. De tal suerte sí leemos la poesía de Quevedo en ingles y la de Milton en español; su poema, esa cosa que fabricaron, esa máquina, está convulsa, está, y al decirlo se ha ido, es la cascara, vaca hueca la bóveda de marfil.  

III
     
     Nótese mi tristeza zalamera, acostumbrada como está a ronronearme en las piernas, nótese además que me parece una fatalidad, el sello grande de la tragedia, esa conciencia de la posibilidad imposibilitada de la palabra, me parece mirar un cardenal de pecho dorado atrapado en la red, puesto en un jaula a silbar su extravío para soslayo de una vieja sosa como mi vecina. El phatos del hombre culminará en el silencio, cuando no escuchemos más voces, ni el eco resuene misterioso, ahí se mantendrá pura la poesía, como una lava escurrida en la montaña, como un espumarajo de gas que se aglutina en el cielo.

      El hombre devorado por el lenguaje, aterido en la superficie, sin asomos a la posibilidad y encaramado en el mundo de lo “útil”, desdeña la poesía porque siente que ha superado cierto estado trágico, donde él creía que el mundo debería ser vencido, donde además debería él vencer al resto, a los otros, ¡ningún perro es tan hijo de perra!, para soslayar una misión tan destructora; la supervivencia y la sustitución de un centro rector del universo depositado en el dinero, en la mercancía, terminó de podrir las manzanas. La poesía es también un ropaje hermoso para vestirnos en la vida, una resistencia alcahueta con la que pretendemos recobrar lo nunca perdido, devolver al origen lo desde ningún lado originado . Ante la impía necedad por encerrar las cosas en su nombre la poesía no nombra, hace presente la cosa, nos acerca, nos endosa y sí: nos hunde, nos engaña.

IV

     Después de almorzar escribí en el reverso de un boleto de autobús una carta para el conde Lautremond, creo que si la deposito entre los pañales sucios que los vecinos amontonan bajo el poste, el gato cartero la encontrará y seguiré feliz la correspondencia con el malvado Ducasse, espero que suceda y si no, me siento a desvariar con el viento y las migajas, como un palomo avejentado, un clavel iluminado por el sol de las tres de la tarde.     

*Óscar Édgar López (Zacatecas, México, 1984) escritor y pintor,.
Fotografías: Edgar Ibarra Luna



BIBLIOGRAFÍA:
*Textos antologádos para el curso: 
Martin Heidegger, El habla, De un dialogo acerca del habla.
Enaudeau, Corinne, Paradojas de la representación.
Vévenes, Zenia, El decosntruccionismo.
Derrida Jaques, premisas de la deconstrucción
*Paz, Octavio, El arco y la lira, Siglo XXI, Argentina, 1991
*Pfeiffer, Johanes, La poesía, Breviarios, México 1986


viernes, 1 de febrero de 2013

La Última Cena 

de Guillermo Méndez

Guillermo Méndez nació en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, en 1977. Pertenece a la tercera Generación de artistas en la familia, ya que su padre y abuelo se dedicaron a la misma profesión. En 1999 comienza su trayectoria de artista al iniciar con cursos de pintura y grabado. En el 2001 inicia su faceta como creador e incursiona en la plástica. Ha recibido diversos premios y reconocimientos como la bienal internacional en pequeño formato de grabado "Francisco Goitia" (2010), fue selecionado en el concurso de grabado "José Guadalupe Posada" (2007) entre otros. 


"Cuando tu pupila florece"



"La Última Cena" la más reciente obra del artista tapatío es una experimentación constante con aquello que nos retorna a ese pasaje bíblico, en donde  transforma 12 prostitutas que emanan sensualidad y erotismo, así como comente su propio creador: "ver de una manera diferente lo que nos cuenta la historia  como la última cena o la representación de los 12 apóstoles". Desde una perspectiva más terrenal, esta obra es una mezcla de sensaciones y desencantos que van más allá de lo que el ojo pueda ver.


"Judas vístete al llegar la ocasión" 

"Atrayentes como piedras preciosas"


"Cortinas de olor"

"En la mesa de noche mostrando su belleza"



miércoles, 30 de enero de 2013

Desocupación entre los jóvenes


Desocupación entre jóvenes 


Carlos Alberto Navarrete

"Estudia para ser alguien en la vida"


En Japón hace ya algunos años se usa la palabra hikikomori para nombrar a todo joven que debido a cierta frustración laboral o académica ha renunciado a la vida social, y que por lo mismo se la pasa recluido en algún cuarto de la casa de sus padres, ya sea viendo televisión, dormido, sentado horas frente a un monitor navegando por internet, jugando videojuegos o simplemente haciendo nada.
        Así, desde el año pasado se comenzó a difundir en México un nuevo término en nuestro español: Nini, palabra importada de España y que hace referencia a aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan, o en otras palabras, jóvenes que por alguna razón han decidido o las circunstancias los han orillado a optar por la nada.
La desocupación entre los jóvenes es un fenómeno que conlleva múltiples efectos, por desgracia, poco afortunados la mayoría de las veces. 

“Estudia para ser alguien en la vida”, era una frase comúnmente nombrada por los padres de esos hijos descarrilados que preferían la educación que brindan las calles a la de las aulas. Sin embargo, en la actualidad esto no basta. 
 
      Estrés, ansiedad, frustración, enojo y depresión son algunos de los estados de ánimo que puede experimentar cualquier joven al tanto de que la realidad que se le presenta no le ofrece lo que él necesita o para lo que él está capacitado.

        Alejandro Sánchez egresó de la carrera de Psicología de la UAZ con un promedio de 9.2. A pesar de esto no ha encontrado un trabajo en el cual pueda desarrollar sus capacidades aprendidas en la escuela.
Comenta que se siente triste y frustrado por ver que su entorno no le ofrece oportunidades claras y alentadoras. “Los salarios que se ofrecen son muy bajos, 4 mil o 5 mil pesos al mes. Sólo la gente que tiene palancas consigue un trabajo más o menos decente, ya sea en gobierno o en la misma universidad”, agregó.

"Una sociedad que no apuesta por su porvenir es una sociedad destinada al fracaso"

     Aquellos que piensan que la desocupación se debe a la apatía juvenil, poco saben que del total de registros de solicitudes que atiende el Servicio Nacional de Empleo en Zacatecas, un 70 por ciento se refiere a jóvenes de entre los 18 y 34 años de edad que buscan, en la mayoría de las ocasiones sin éxito, una ocupación económica. 
     La apatía y el desencanto son efectos provocados por las circunstancias, y éstas a su vez generan campos fértiles para la demolición de la estructura social. Una sociedad que no apuesta por su provenir es una sociedad destinada al fracaso, a la ruina. 
      A pesar de que los buenos deseos del Procurador del Estado, Arturo Nahle García, sean los de prevenir que los menores se sumen a la delincuencia organizada, no puede desmentir que, según datos oficiales, las cifras de menores internados en centros de integración juvenil ha aumentado considerablemente.
         De 14 a 42 internos en el último año, es decir, un crecimiento del 200 por ciento. Además en múltiples ocasiones ha declarado que no hay día en que no se detenga a jóvenes menores de edad, entre los 15 y los 17 años. 
       Ante la encrucijada en la que se encuentran muchos de los jóvenes en nuestro país, sin empleo, sin educación, en suma, sin oportunidades, la delincuencia organizada se ha convertido en una salida para muchos de éstos, al ofrecerles principalmente un sentido de pertenencia a un grupo y un transitorio beneficio económico.
       
       Según la organización Red por los Derechos de la Infancia, se estima que de 2006 al reciente 2013, el narcotráfico reclutó entre 25 mil y 35 mil menores de edad, lo que significaría que en promedio alrededor de 8 mil 700 niños y jóvenes por año han sido absorbidos por la delincuencia organizada.
       México es un país joven, sólo 9 de cada 100 personas tienen más de 59 años. Nuestro país experimenta algo que se llama bono demográfico, el cual refiere a una condición que puede favorecer el potencial productivo de la economía, en donde la población en edad de trabajar es mayor que la dependiente (niños y adultos mayores). Por cada persona dependiente hay dos en edad de trabajar.

          Así pues, este tipo de condiciones poblacionales que pueden beneficiar a un país, de nada sirven si el Estado por medio de políticas públicas no incentiva el empleo, la educación, la cultura, el arte, el deporte, elementos todos necesarios para el desarrollo integral de una nación.

          Si por el contrario, nada de esto se dinamiza, el bono demográfico en lugar de ser un factor benéfico puede llegar a convertirse en un grave problema social, de magnitudes peligrosas: una generación de jóvenes desencantados, y por lo mismo, de un futuro perdido.




jueves, 24 de enero de 2013

Ranulfo el Contador....
Pura Vida Low Fi


por: Eduardo Ramírez Bolaños


La primera vez que entre al barco cósmico; una azotea ubicada en un edificio de más de 5 pisos en el centro de la ciudad de fresnillo, con vista a la amontonada y gris panorámica de la ciudad, me hizo reflexionar sobre ese espacio y esencia que guarda un santuario para una banda que hace de su sonido, un estilo único de melodías, y que a un año de su creación se han abanderado la música indie-folk-low fi.

Sus integrantes Efrén, Javier y Daniel Torres o mejor conocido como "el vecino" nos explicaron  sobre la banda, mientras tomábamos al compás de las canciones.



¿Por qué el nombre de Ranulfo el Contador?


Efrén: El nombre de la banda surgió principalmente de hacer música inspirados en algo que siempre había estado allí. El nombre de Ranulfo es el nombre de mi padre,  cuyo oficio es ser contador público.   En base a ese señor nosotros decidimos formar una visión estética inspirada exclusivamente en él.  Las portadas de nuestros demos son fotografías de la vida particular de Ranulfo tomadas a finales de los 70s aproximadamente.  Nos pareció interesante la idea de hacer arte con algo cotidiano. Queríamos transpolar algo ordinario y ponerlo en un lugar extraordinario.  Creo que es mejor tener como nombre de una banda algo que siempre a estado dentro de ti, en lugar de buscarlo afuera. No hay necesidad de buscar fuera de sí lo que uno quiere, porque lo que uno en verdad quiere es lo que siempre había estado dentro del corazón. Ranulfo el contador es descubrir que todo lo que habíamos estado buscando afuera siempre había estado guardado en el álbum familiar. (risas)  El arte empieza donde acaba la imitación y por tanto lo único que se ocupa para hacer arte es “ser uno  mismo”. Es esto de lo que estoy convencido en relación con el arte y creo que en verdad no sabemos hacer otra cosa que no sea ponernos a tocar.

¿En que se inspiran para las letras de sus canciones?


Efrén: Nos inspiramos en los marcianos. No es cierto. Bueno a veces. No, no es cierto. (risas) Las letras de nuestras canciones hablan acerca de lo que nosotros hacemos siempre. No podemos hablarles de otra cosa sino de lo que siempre hemos sido. Exponemos que significa para nosotros vivir en fresnillo zacatecas. Es esa nuestra necesidad de hacer música. Solo somos unos punks de la provincia con hábitos de hippies.  (Risas) Cantamos a la vida ordinaria, queremos confesarle al mundo nuestra condición, cantar fuerte y hacía fuera todo aquello que más nos avergüenza. Tenemos que decirles esto, porque no queremos ser un plagio de nadie, queremos encontrarnos a nosotros mismos a través de nuestro sonido. La música vista como una forma de autoconocimiento. 

¿Qué  tipo de genero son?


Efrén: Creo que es algo bien difícil clasificar a la música en géneros, pero dentro de lo que podemos sonar es indie-folk-low-fi.  A toda la buena música yo prefiero llamarle simplemente rock&roll, independientemente de su tiempo. Creo que han existido tiempos mas rcok&rolleros en la historia antes de que se inventara el concepto rock&roll. Por ejemplo el blues de los años 30s hecho por negros marginados y sometidos a la explotación laboral. Ellos cantaban sus penas al mundo con esa idea de rebelión. Sin  negros como Robert Johnson o lead balley no existiría Elvis ni el rock&roll en general. De la misma forma el folk también fue un tiempo bien rock&rollero cuando aun no existía dicha palabra. Pues al igual que el blues, éste también fue un grito de rebelión por parte de los campesinos enojados que siempre estuvieron oprimidos por las clases dominantes.  Y visto el rock&roll desde esta perspectiva, nosotros tenemos la musa, estamos en un lugar idóneo para crear, puesto que si vemos a México como un gran individuo, somos ese negro sobreexplotado o ese campesino abandonado por el sistema; y justo es ese momento  el mejor para sentarse y componer una canción.

¿Cuánto tiempo llevan haciendo música?


Efrén:  La banda lleva un año, pero  tal y como se encuentra ahora lleva muy poco tiempo, aproximadamente 3 o 4 meses.  Ah y estamos por terminar de grabar nuestro primer LP el cual andaremos rolando por toda la república.  Haciendo música llevamos toda la vida. Me he dado cuenta porque desde niños (entre 6 o 7 años) javito y yo jugábamos a que tocábamos en un grupo y cantábamos canciones de amor y tocábamos con escobas y tinas. Pero cuando decidí tocar un instrumento fue hace 12 o 13 años cuando estaba en secundaria. Decidí aprender a tocar guitarra y me robé una de la rondalla del colegio fresnillo.(risas). Desde el principio me di cuenta que nunca sería un gran guitarrista, sino mas bien un compositor. Desde el inicio hasta ahora nunca he tocado covers, siempre me a gustado jugar con un par de acordes y escribir sobre eso alguna letra. Historias complejas sobre música muy simple.

¿Qué onda con el “Barco cósmico”?


Efrén: El barco cósmico  nuestro templo o verdadero  hogar. Nosotros le llamamos “la fábrica de canciones”. Es nuestro espacio de ensayo y composición. Ese “barco” en realidad es una azotea que el verdadero Ranulfo nos ha prestado y estamos muy agradecidos con él por eso. Esa azotea se encuentra ubicada en el centro de Fresnillo Zacatecas.  Y Desde allí la perspectiva de nuestra provincia es otra muy diferente a lo que en realidad es.  Todo parece estar en paz y organizado desde ese lugar.  Le llamamos “Barco cósmico” porque a pesar de que solo sea una azotea con una hermosa vista, es en realidad nuestro medio de transporte. El cielo es agua y la azotea es un barco.  En ese lugar “creamos” de forma fácil porque desde una azotea se  puede jugar a ser Dios, pues desde lo alto observamos al mundo sin ser observados. Y creo que si existe Dios el creo todo como nosotros creamos una canción. El universo mismo es una canción si Dios existe. Y si Dios existe el hombre tiene como deber imitar el papel de Dios, el cual es crear. En el barco ensayamos lo que creamos y por tanto es algo así como nuestra universidad del rock&roll, (risas) es nuestra forma de preparación para salir al mundo y exponer  lo creado al exterior. El barco es nuestro medio de transporte en la medida en que el nos llevará a algún lugar. 

 Pero sólo somos seres mortales haciendo cosas inmortales.(risas) pUra vida low.fai 

Formas de localizar a los Ranulfos:
http://ranulfoelcontador.blogspot.mx/
Ranulfo el contador (oficial) 



Van Gogh, el deshabitado del impresionismo



<<Experimento una increíble claridad 
en los momentos en que la naturaleza
 es tan hermosa. Pierdo la conciencia
 de mí mismo y las imágenes 
vienen como en un sueño>>
-Vincent Van Gogh-
Por: José Antonio Méndez



Escondido tras el milagro, el sosiego y el malestar, los ojos del espía de los espectros naufragan en el mar de la inmortalidad. Miran el incendio, miran la catástrofe en la que se ha convertido la estética, la belleza que duerme en un sombrero que se pierde en el barro, en el humo de la montaña. Miran las cortinas, las ventanas que se niegan a su paso, al caminar que remueve espigas, que reforma y trasgrede el caos. Miran como se derrumba el muro de la soberbia y desnudan el féretro de la idolatría mientras se guardan para sí una voz que nadie escucha.

     Vincent Van Gogh es el dueño de la luz, es el que dispersa el color sobre el paraje de un lienzo. Es el artista de sombras que entre cruza las líneas y los trazos ondulantes en un follaje de manchas. Es el pelirojo bebiendo de las alas de una naturaleza que no tiene nombre, un nudo de silencios que cuelgan de un espacio expresivo; marea de sueños de una auténtica y violenta perfección que hacen de la razón una zona rellena de tonos, de conclusiones que distorsionan lo común; un caótico equilibrio que figura entre el límite de la locura y la voluntad de su conciencia.

    Es el arte que rompe con la utopía, el enigma detrás del símbolo: amarillo, rojo, azul; el melancólico exigiendo el murmullo, la soledad, las dimensiones que quiebran el ambiente fugaz. Es una pincelada perfecta, el impresionismo que huye de sus formas, de sus adornos, de su celosía; es un arco que embiste al tiempo en figuras que ascienden a distancia, que hacen de su geometría un soplo de cristales, una música que se repite en paisajes, girasoles, en cipreses, sillas y autoretratos; conceptos e irrealidades condenadas al espejismo, a la inmortalidad de lo impredecible.

    Van Gogh es el Lázaro que vuelve al mundo, a la media noche que sucede a la fascinación, muda del vértigo a la mesura, a la combustión sin nombres, sin metamorfosis propias de una semilla, allí donde se inventa la trasfiguración, las constantes zonas cromáticas: el ocre discreto y suave, el azul que suple al negro en la noche, la agonía del gris en el suelo de sus lamentos, así como el verde que sosiega el equilibrio, un sordo dolor que hace del rojo un llanto en espiral; azul ultramar que hacen al genio y al mago, al sediento de imágenes, al prisionero de su lejanía, al deshabitado que siembra y atisba que la belleza radica en los ojos de quien la inventa.




¿Es relevante, de alguna manera, la verdad en los discursos políticos?

Por: Adad Inari García Lira




Dadas las condiciones concretas de nuestro contexto más cercano que es México, podemos caer en un estado de sospecha e incertidumbre cuando se piensa en los discursos políticos  que convergen en el país. La sospecha se encuba en la percepción que se tiene sobre la situación más básica del proceso político-democrático, los hechos. Y respecto a los hechos podemos mencionar diversas situaciones concretas y lo que se dice, desde quienes detentan el poder, sobre los hechos. “Lo que se dice” no podemos tomarlo sino como un discurso; la incertidumbre se presenta al contrastar lo que dice el discurso sobre los hechos, y los hechos mismos. 

       El planteamiento ya había sido puesto de la siguiente forma por Maquiavelo: ver las cosas en su verdadera realidad y no basar el discurso en la mera imaginación. No hay certeza cuando se realiza lo contrario. Por eso, a pesar de las dificultades que implica hablar de política en México, en las siguientes líneas me conformo con plantear un asunto más general y  menos agobiante y desesperanzador: ¿Es la verdad, de alguna manera, todavía relevante para los discursos políticos?

        Haré énfasis en algo que tiene que ver con el discurso político y su relación con el concepto de verdad. Es bien sabido que para la clase política no es necesario mantener una relación estrecha con la verdad, se sabe que incluso, pueden mantener velados los verdaderos intereses con tal de conseguir un objetivo que los ayude en sus propósitos políticos (privados). 

     El punto medular es que, sí, tal vez para el actuar político no se necesite apelar a la verdad, pero ineludiblemente cuando los ciudadanos como nosotros nos vemos obligados a ponderar los discursos políticos, entonces necesariamente tenemos que apelar a algún criterio que nos permita evaluar el discurso. Cuando se trata de evaluar el discurso político entonces sí importa y es relevante el concepto de verdad. 
Por ejemplo, si el secretario de gobernación del país X emite algo como lo siguiente: el estado X es una democracia no una aristocracias, si X fuera una aristocracia no reconocería el derecho de los más pobres al voto, por lo tanto en X existe el derecho de todos al voto. Como todos pueden votar, tienen la obligación de elegir de este conjunto de Y elementos a uno sólo que continúe por el camino de la democracia. 

    Dentro del total de este discurso aparecen varios contextos lingüísticos: un contexto evaluativo, uno normativo y uno descriptivo. El discurso como tal mantiene un argumento cuya validez depende de las premisas. De tal forma que si consideramos engañoso el argumento se podría señalar alguna de las premisas o la conclusión, siempre y cuando se contraste con el contexto dado. 

     Es decir, para ponderar (p1) “el estado X es una democracia no una aristocracia” es necesario que desde cierta óptica cumpla con el requisito de que todos tengan derecho a votar, pero no es suficiente que todos lo hagan, podría tratarse de una farsa montada por la oligarquía; El contexto evaluativo depende de la circunstancia concreta del estado X. 

    En (p2) “si X fuera una aristocracia no reconocería el derecho de los más pobres al voto” de manera engañosa podríamos considerarle como un enunciado normativo si consideramos la verdad de (p1), dado que cualquier estado que se asuma como democrático debe reconocer el derecho de todos al voto. 

    En (p3) “En X existe el derecho de todos al voto” se podría encontrar la mayor controversia sobre la verdad de tal enunciado descriptivo. Debido a que primero se tendría que establecer quiénes pueden ser sujetos políticos con capacidad de votar. Tal determinación puede justificarse en base a una norma y tal norma deberá ser establecida y evaluada por un organismo que bajo el criterio de la observancia considere pertinaz o no tal norma para la verdad de esa descripción.


martes, 22 de enero de 2013


LA MÁQUINA DE ROCK

Por: Pascual Hortelano






Aunque a los “jóvenes” de recientes generaciones, quiero decir los que oscilamos entre los 12 y los 30 años de edad, el rock nos parezca una música admitida y asimilada por la cultura de la mayoría de nuestra sociedad, un sonido incluso trivializado que uno topa con holgada confianza dos o tres veces al día: en el transporte, en la charla cibernética, en los variopintos puestos de piratería; hubo una época gloriosa en que la palabra “contracultura” tenía un significado más destacable que la mera homogenización de las rebeldías y su posterior deterioro en manos de a quien, precisamente, atacan y disciernen. La música rock junto al mencionado término terminado, pasó momentos de gloria, pues mucho antes de que el sistema lo cooptara para el bien de la industria capitalista, el rock and roll brillaba de fuerzas contestatarias y chispazos de verdadero genio coloquial. Pero lanzar diatribas no es el fin de este artículo y sí el presentar a los lectores el relato de una banda de rock pesado en Zacatecas, la más antigua y la más fresca a 50 años de su fundación y a 20 de su desintegración. Producto de una breve charla con Eduardo López Rojas, ex guitarrista de la banda en cuestión por 15 años, son los siguientes datos.

Jaime López tenía una impresionante colección de vinilos que compartía con sus amigos más cercanos, entre sus grupos favoritos estaban Led Zepellin, Santana, Grandfunk… También levantaba pesas y hacía de la halterofilia un oficio que le merecía respeto y un salario dentro de la universidad como instructor físico. A finales de la década de los 60 del siglo pasado, más o menos en 1969, fundó con otros músicos aficionados al rock  duro, un conjunto que gustaba de hacer sus versiones de las grandes rolas de los Rolling Stones y de The Animals. La personalidad brusca y valentona de Jaime era bien conocida y reconocida por sus paisanos (pensemos en un Zacatecas mucho más pequeño, de hace 25 años), la capital del estado comenzaba una década ruidosa de activismo estudiantil y artístico irrepetible, los jóvenes formaban grupos desinteresados lo mismo de teatro que de expresiones plásticas o de rock, como es el caso que nos ocupa; dentro del ambiente Jaime comenzó a ser conocido como “El Máquina” por su portentosa musculatura de espartano, así que luego de fundado el grupo poco a poco se le puso el nombre: Mr. Máquina y como símbolo un monje electrónico de mirada perversa salido del tintero del ilustrador Manuel Denna.

      Eran los años de la consolidación de la universidad pública en el estado, la autonomía era el halito que habitaba todos los cuerpos y el rector de aquellos años, que gastaba simpatía de condescendiente y astuto, supo que un grupo de rock universitario le daría buena imagen y frutos interesantes en su puesto académico, así que dio el apoyo necesario para que Mr. Máquina fuese la banda oficial de la institución. Por esos mismos años, ya entrada la década del setenta, el entonces guitarrista de la agrupación  Ignacio Rosales decide dejar el mundo de las greñas largas y los cuernos demoniacos pero recomienda a Eduardo López Rojas para que ocupe su puesto. López Rojas hace buenas migas con el líder musculoso e inician así una colaboración que marcó  la tradición rockera del estado (si es que podemos hablar de tal cosa). 


      Comenzó la etapa de más éxito y decir esto es decir que el trabajo abundó y floreció, como grupo universitario Mr. Maquina se presentaba en diversos municipios, principalmente en Fresnillo y Jerez, en donde eran realmente admirados, por aquellos días se habían convertido no sólo en profetas de una nueva actitud existencial, también en los únicos músicos que arriesgaban su reputación y hasta sus familias por el rock pesado, entiéndase poderosos rifs, vestimentas extravagantes y temática demoniaca. Tocaban sobretodo covers de sus favoritos: Black Sabath, Rainbow, Deep Purple , Yngueen Maunstein. Cada presentación significaba algarabía descontrolada, virtuosismo técnico de los ejecutantes y en general un desmadre bonito y disfrutable, donde corría la cheve, la cuba y el son de mota que a nadie distanciaba y que al contrario, parecía acercarlos más.  En este periodo de triunfos Mr. Máquina alternó con las grandes bandas del momento, entre las colaboraciones más importantes destacan las presentaciones al lado de Toncho Pilatos, Luz Bell, Dug Dugs, El Tri, Real de Catorce, sin olvidar a las incipientes agrupaciones locales.

   Mr. Máquina cambiaba constantemente de elementos, por sus filas pasaron innumerables músicos amateurs y profesionales, los que ahora fungen como profesores en la facultad de música o han alcanzado ya la orbita del purgatorio como Jaime López a quien desafortunadamente la muerte lo encontró en un accidente de carretera. 

     Eduardo López Rojas se dedicó durante 40 años a la música, a la que no desdeña y aún acaricia en su habitación especial en la azotea de su casa; ha ejecutado casi todas las variantes de rock, desde el meloso rockabilly malteadero al estridente Death metal de los años noventa, pasando por el blues y el country, su nombre resalta entre los guitarristas por su fino oído educado en la vida diaria y no en las aulas y por sus extensos solos que imitaban al mismísimo Paganini al violín, también le dedicó vida a lo que fue su principal fuente de ingresos: la música de fiestas, amenizó la borrachera de familia y extraños durante mas de tres décadas y aún entre las rarezas más peculiares que se encuentran en un mercado de pulgas de la capital se pueden encontrar un par de grabaciones de uno de sus primeros grupos “La cuarta dimensión”. Muy poco material sonoro queda de aquellas épocas de Mr. Máquina, si acaso un par de videos y un muy raro CD con una actuación al lado de Toncho Pilatos y Luz Bell en el auditorio de la Facultad de Derecho, en el 1977 aproximadamente.

     Cada año se organizan homenajes y talleres recordando a Mr. Máquina, las nuevas bandas poco saben de la leyenda, pero nada más rascar un poco en el pasado salta la huella innegable, porque es eso, huella y no frívolo pasar el que estos músicos dejaron en la sociedad y en el ambiente rockero de Zacatecas, habría que considerar hacerles un homenaje digno, a la altura de su legado, con bandas de trayectoria destacada de las que alternaron con ellos, y no sólo el homenaje insípido de la muchachada que apenas aprende el circulo de sol quieren gozar las jaleas del estrellato.

jueves, 17 de enero de 2013




      La revista “Continuum” tiene como objetivo el construir un espacio distinto donde escritores, periodistas, artistas y personas afines al medio, puedan analizar y reflexionar, en el ejercicio intelectual y las nuevas corrientes de producción artística y cultural. Lograr que sea un espacio abierto al público evitando los riesgos del elitismo y el tedio del clasicismo. Continuum tiene como perfil la seriedad, donde los colaboradores cuenten con una total responsabilidad de lo que se publique, sin excluir el humor, la ironía, el sarcasmo o la experimentación.


Editorial  

Buscamos artistas emergentes que deseen dar a conocer su obra, envíanos un correo con tu carpeta adjunta a: continuumeditorial@hotmail.com




La Visión 

de Víctor Skol

 "En este liquido amniótico no hay temor"
 "No se si fuiste un sueño tu, o sueño es el que vivo todo el tiempo"

"..Por momentos pensé que la noche era eterna

Cuando el cielo temblando cambió de color."



Al Principito 


Al Principito...
»de las tetas de la luna
se mama la fantasía
que nos contagia el brillo
de las piernas del árbol
se aprende a ser digno
en las caderas del mar
se amasa la masa
con que se cuecen
los suspiros
y en las estrellas
¡caray, Principito!
en las estrellas
nos guiña un ojo
la soledad☼







 Título: ...del tiempo.

Autor: Alondra Basurto M.

Técnica: digital




Poema rimado del marihuano sin un varo
de Óscar Édgar López


Foto: Víctor Skol

 En tu ausencia estoy:
enyerbado, mal pasado,
atascado, descarriado.
chismoso ahuevonado,
marihuano sin un varo.

Chafa con las chavas
gandalla en lo ganado,
marihuano sin un varo.

Enfermiso sin permiso,
sin aviso el descontón,
borracho agresivo,
macizo por votación,
bato tumbado,
marihuano sin un varo.

Cochino aniñado,
cachondo amanerado,
ratero conocido,
cocido sin sabor,
mamoncito en paro,
marihuano sin un varo.

de Baa







Vida Cotidiana (Fotografía)

de Édgar Chávez
"Son estos muertos que traigo cargando, los que me obligan a perderme en la noche"
Autor: Edgar Chavez 
Título: Mitlantecuhtli
Técnica: Digital
en México D.F


Adán y Eva (final alterno)

Luna Rdz. 


Alguna vez escuché que besar a una mujer y morir es intimar con Dios. Por eso fui creada, yo era el vínculo, una especie de teléfono móvil con cobertura total en el Edén. Adán me amaba y Él no lo soportó.

     Dejé a Adán hace años, lo he buscado sin suerte alguna, he estado con hombres que se apoderan de su nombre y de mi sexo, les creo hasta el final en que no está Él, es ahí cuando me largo con la braga manchada además del corazón y la esperanza un poco más marchita que la cojida anterior.

     La verdad es que me expulsaron del Edén porque Adán comenzaba a amarme más que a Él. Mi amado fue creado para curarle la soledad, Adán era su ego y yo sólo un vínculo. ¡Pero pinche Adán gay!, prefirió quedarse con Él. Lo último que supe de ellos fue que no eran felices y que Adán huyó, Él comenzó a crear más egos y más vínculos que por supuesto salieron defectuosos: también huyeron.

   Yo tengo eternidades buscándolo; sé que Adán me busca para amarme sin vínculos ni más de nuestro querido ÉL. Pero hay días en que llego al hastío, me jode ser sólo la Eva de Adán y comienzo a gozar siendo la de César, Ricardo, Jaime, Antonio, Luis, Daniel, Israel… y sería demasiada indiscreción terminar la lista.
Hoy es uno de esos días. ¡Adán jódete!
"La última balada de un celoso" de Óscar Édgar López"