jueves, 24 de enero de 2013

Ranulfo el Contador....
Pura Vida Low Fi


por: Eduardo Ramírez Bolaños


La primera vez que entre al barco cósmico; una azotea ubicada en un edificio de más de 5 pisos en el centro de la ciudad de fresnillo, con vista a la amontonada y gris panorámica de la ciudad, me hizo reflexionar sobre ese espacio y esencia que guarda un santuario para una banda que hace de su sonido, un estilo único de melodías, y que a un año de su creación se han abanderado la música indie-folk-low fi.

Sus integrantes Efrén, Javier y Daniel Torres o mejor conocido como "el vecino" nos explicaron  sobre la banda, mientras tomábamos al compás de las canciones.



¿Por qué el nombre de Ranulfo el Contador?


Efrén: El nombre de la banda surgió principalmente de hacer música inspirados en algo que siempre había estado allí. El nombre de Ranulfo es el nombre de mi padre,  cuyo oficio es ser contador público.   En base a ese señor nosotros decidimos formar una visión estética inspirada exclusivamente en él.  Las portadas de nuestros demos son fotografías de la vida particular de Ranulfo tomadas a finales de los 70s aproximadamente.  Nos pareció interesante la idea de hacer arte con algo cotidiano. Queríamos transpolar algo ordinario y ponerlo en un lugar extraordinario.  Creo que es mejor tener como nombre de una banda algo que siempre a estado dentro de ti, en lugar de buscarlo afuera. No hay necesidad de buscar fuera de sí lo que uno quiere, porque lo que uno en verdad quiere es lo que siempre había estado dentro del corazón. Ranulfo el contador es descubrir que todo lo que habíamos estado buscando afuera siempre había estado guardado en el álbum familiar. (risas)  El arte empieza donde acaba la imitación y por tanto lo único que se ocupa para hacer arte es “ser uno  mismo”. Es esto de lo que estoy convencido en relación con el arte y creo que en verdad no sabemos hacer otra cosa que no sea ponernos a tocar.

¿En que se inspiran para las letras de sus canciones?


Efrén: Nos inspiramos en los marcianos. No es cierto. Bueno a veces. No, no es cierto. (risas) Las letras de nuestras canciones hablan acerca de lo que nosotros hacemos siempre. No podemos hablarles de otra cosa sino de lo que siempre hemos sido. Exponemos que significa para nosotros vivir en fresnillo zacatecas. Es esa nuestra necesidad de hacer música. Solo somos unos punks de la provincia con hábitos de hippies.  (Risas) Cantamos a la vida ordinaria, queremos confesarle al mundo nuestra condición, cantar fuerte y hacía fuera todo aquello que más nos avergüenza. Tenemos que decirles esto, porque no queremos ser un plagio de nadie, queremos encontrarnos a nosotros mismos a través de nuestro sonido. La música vista como una forma de autoconocimiento. 

¿Qué  tipo de genero son?


Efrén: Creo que es algo bien difícil clasificar a la música en géneros, pero dentro de lo que podemos sonar es indie-folk-low-fi.  A toda la buena música yo prefiero llamarle simplemente rock&roll, independientemente de su tiempo. Creo que han existido tiempos mas rcok&rolleros en la historia antes de que se inventara el concepto rock&roll. Por ejemplo el blues de los años 30s hecho por negros marginados y sometidos a la explotación laboral. Ellos cantaban sus penas al mundo con esa idea de rebelión. Sin  negros como Robert Johnson o lead balley no existiría Elvis ni el rock&roll en general. De la misma forma el folk también fue un tiempo bien rock&rollero cuando aun no existía dicha palabra. Pues al igual que el blues, éste también fue un grito de rebelión por parte de los campesinos enojados que siempre estuvieron oprimidos por las clases dominantes.  Y visto el rock&roll desde esta perspectiva, nosotros tenemos la musa, estamos en un lugar idóneo para crear, puesto que si vemos a México como un gran individuo, somos ese negro sobreexplotado o ese campesino abandonado por el sistema; y justo es ese momento  el mejor para sentarse y componer una canción.

¿Cuánto tiempo llevan haciendo música?


Efrén:  La banda lleva un año, pero  tal y como se encuentra ahora lleva muy poco tiempo, aproximadamente 3 o 4 meses.  Ah y estamos por terminar de grabar nuestro primer LP el cual andaremos rolando por toda la república.  Haciendo música llevamos toda la vida. Me he dado cuenta porque desde niños (entre 6 o 7 años) javito y yo jugábamos a que tocábamos en un grupo y cantábamos canciones de amor y tocábamos con escobas y tinas. Pero cuando decidí tocar un instrumento fue hace 12 o 13 años cuando estaba en secundaria. Decidí aprender a tocar guitarra y me robé una de la rondalla del colegio fresnillo.(risas). Desde el principio me di cuenta que nunca sería un gran guitarrista, sino mas bien un compositor. Desde el inicio hasta ahora nunca he tocado covers, siempre me a gustado jugar con un par de acordes y escribir sobre eso alguna letra. Historias complejas sobre música muy simple.

¿Qué onda con el “Barco cósmico”?


Efrén: El barco cósmico  nuestro templo o verdadero  hogar. Nosotros le llamamos “la fábrica de canciones”. Es nuestro espacio de ensayo y composición. Ese “barco” en realidad es una azotea que el verdadero Ranulfo nos ha prestado y estamos muy agradecidos con él por eso. Esa azotea se encuentra ubicada en el centro de Fresnillo Zacatecas.  Y Desde allí la perspectiva de nuestra provincia es otra muy diferente a lo que en realidad es.  Todo parece estar en paz y organizado desde ese lugar.  Le llamamos “Barco cósmico” porque a pesar de que solo sea una azotea con una hermosa vista, es en realidad nuestro medio de transporte. El cielo es agua y la azotea es un barco.  En ese lugar “creamos” de forma fácil porque desde una azotea se  puede jugar a ser Dios, pues desde lo alto observamos al mundo sin ser observados. Y creo que si existe Dios el creo todo como nosotros creamos una canción. El universo mismo es una canción si Dios existe. Y si Dios existe el hombre tiene como deber imitar el papel de Dios, el cual es crear. En el barco ensayamos lo que creamos y por tanto es algo así como nuestra universidad del rock&roll, (risas) es nuestra forma de preparación para salir al mundo y exponer  lo creado al exterior. El barco es nuestro medio de transporte en la medida en que el nos llevará a algún lugar. 

 Pero sólo somos seres mortales haciendo cosas inmortales.(risas) pUra vida low.fai 

Formas de localizar a los Ranulfos:
http://ranulfoelcontador.blogspot.mx/
Ranulfo el contador (oficial) 



Van Gogh, el deshabitado del impresionismo



<<Experimento una increíble claridad 
en los momentos en que la naturaleza
 es tan hermosa. Pierdo la conciencia
 de mí mismo y las imágenes 
vienen como en un sueño>>
-Vincent Van Gogh-
Por: José Antonio Méndez



Escondido tras el milagro, el sosiego y el malestar, los ojos del espía de los espectros naufragan en el mar de la inmortalidad. Miran el incendio, miran la catástrofe en la que se ha convertido la estética, la belleza que duerme en un sombrero que se pierde en el barro, en el humo de la montaña. Miran las cortinas, las ventanas que se niegan a su paso, al caminar que remueve espigas, que reforma y trasgrede el caos. Miran como se derrumba el muro de la soberbia y desnudan el féretro de la idolatría mientras se guardan para sí una voz que nadie escucha.

     Vincent Van Gogh es el dueño de la luz, es el que dispersa el color sobre el paraje de un lienzo. Es el artista de sombras que entre cruza las líneas y los trazos ondulantes en un follaje de manchas. Es el pelirojo bebiendo de las alas de una naturaleza que no tiene nombre, un nudo de silencios que cuelgan de un espacio expresivo; marea de sueños de una auténtica y violenta perfección que hacen de la razón una zona rellena de tonos, de conclusiones que distorsionan lo común; un caótico equilibrio que figura entre el límite de la locura y la voluntad de su conciencia.

    Es el arte que rompe con la utopía, el enigma detrás del símbolo: amarillo, rojo, azul; el melancólico exigiendo el murmullo, la soledad, las dimensiones que quiebran el ambiente fugaz. Es una pincelada perfecta, el impresionismo que huye de sus formas, de sus adornos, de su celosía; es un arco que embiste al tiempo en figuras que ascienden a distancia, que hacen de su geometría un soplo de cristales, una música que se repite en paisajes, girasoles, en cipreses, sillas y autoretratos; conceptos e irrealidades condenadas al espejismo, a la inmortalidad de lo impredecible.

    Van Gogh es el Lázaro que vuelve al mundo, a la media noche que sucede a la fascinación, muda del vértigo a la mesura, a la combustión sin nombres, sin metamorfosis propias de una semilla, allí donde se inventa la trasfiguración, las constantes zonas cromáticas: el ocre discreto y suave, el azul que suple al negro en la noche, la agonía del gris en el suelo de sus lamentos, así como el verde que sosiega el equilibrio, un sordo dolor que hace del rojo un llanto en espiral; azul ultramar que hacen al genio y al mago, al sediento de imágenes, al prisionero de su lejanía, al deshabitado que siembra y atisba que la belleza radica en los ojos de quien la inventa.




¿Es relevante, de alguna manera, la verdad en los discursos políticos?

Por: Adad Inari García Lira




Dadas las condiciones concretas de nuestro contexto más cercano que es México, podemos caer en un estado de sospecha e incertidumbre cuando se piensa en los discursos políticos  que convergen en el país. La sospecha se encuba en la percepción que se tiene sobre la situación más básica del proceso político-democrático, los hechos. Y respecto a los hechos podemos mencionar diversas situaciones concretas y lo que se dice, desde quienes detentan el poder, sobre los hechos. “Lo que se dice” no podemos tomarlo sino como un discurso; la incertidumbre se presenta al contrastar lo que dice el discurso sobre los hechos, y los hechos mismos. 

       El planteamiento ya había sido puesto de la siguiente forma por Maquiavelo: ver las cosas en su verdadera realidad y no basar el discurso en la mera imaginación. No hay certeza cuando se realiza lo contrario. Por eso, a pesar de las dificultades que implica hablar de política en México, en las siguientes líneas me conformo con plantear un asunto más general y  menos agobiante y desesperanzador: ¿Es la verdad, de alguna manera, todavía relevante para los discursos políticos?

        Haré énfasis en algo que tiene que ver con el discurso político y su relación con el concepto de verdad. Es bien sabido que para la clase política no es necesario mantener una relación estrecha con la verdad, se sabe que incluso, pueden mantener velados los verdaderos intereses con tal de conseguir un objetivo que los ayude en sus propósitos políticos (privados). 

     El punto medular es que, sí, tal vez para el actuar político no se necesite apelar a la verdad, pero ineludiblemente cuando los ciudadanos como nosotros nos vemos obligados a ponderar los discursos políticos, entonces necesariamente tenemos que apelar a algún criterio que nos permita evaluar el discurso. Cuando se trata de evaluar el discurso político entonces sí importa y es relevante el concepto de verdad. 
Por ejemplo, si el secretario de gobernación del país X emite algo como lo siguiente: el estado X es una democracia no una aristocracias, si X fuera una aristocracia no reconocería el derecho de los más pobres al voto, por lo tanto en X existe el derecho de todos al voto. Como todos pueden votar, tienen la obligación de elegir de este conjunto de Y elementos a uno sólo que continúe por el camino de la democracia. 

    Dentro del total de este discurso aparecen varios contextos lingüísticos: un contexto evaluativo, uno normativo y uno descriptivo. El discurso como tal mantiene un argumento cuya validez depende de las premisas. De tal forma que si consideramos engañoso el argumento se podría señalar alguna de las premisas o la conclusión, siempre y cuando se contraste con el contexto dado. 

     Es decir, para ponderar (p1) “el estado X es una democracia no una aristocracia” es necesario que desde cierta óptica cumpla con el requisito de que todos tengan derecho a votar, pero no es suficiente que todos lo hagan, podría tratarse de una farsa montada por la oligarquía; El contexto evaluativo depende de la circunstancia concreta del estado X. 

    En (p2) “si X fuera una aristocracia no reconocería el derecho de los más pobres al voto” de manera engañosa podríamos considerarle como un enunciado normativo si consideramos la verdad de (p1), dado que cualquier estado que se asuma como democrático debe reconocer el derecho de todos al voto. 

    En (p3) “En X existe el derecho de todos al voto” se podría encontrar la mayor controversia sobre la verdad de tal enunciado descriptivo. Debido a que primero se tendría que establecer quiénes pueden ser sujetos políticos con capacidad de votar. Tal determinación puede justificarse en base a una norma y tal norma deberá ser establecida y evaluada por un organismo que bajo el criterio de la observancia considere pertinaz o no tal norma para la verdad de esa descripción.


martes, 22 de enero de 2013


LA MÁQUINA DE ROCK

Por: Pascual Hortelano






Aunque a los “jóvenes” de recientes generaciones, quiero decir los que oscilamos entre los 12 y los 30 años de edad, el rock nos parezca una música admitida y asimilada por la cultura de la mayoría de nuestra sociedad, un sonido incluso trivializado que uno topa con holgada confianza dos o tres veces al día: en el transporte, en la charla cibernética, en los variopintos puestos de piratería; hubo una época gloriosa en que la palabra “contracultura” tenía un significado más destacable que la mera homogenización de las rebeldías y su posterior deterioro en manos de a quien, precisamente, atacan y disciernen. La música rock junto al mencionado término terminado, pasó momentos de gloria, pues mucho antes de que el sistema lo cooptara para el bien de la industria capitalista, el rock and roll brillaba de fuerzas contestatarias y chispazos de verdadero genio coloquial. Pero lanzar diatribas no es el fin de este artículo y sí el presentar a los lectores el relato de una banda de rock pesado en Zacatecas, la más antigua y la más fresca a 50 años de su fundación y a 20 de su desintegración. Producto de una breve charla con Eduardo López Rojas, ex guitarrista de la banda en cuestión por 15 años, son los siguientes datos.

Jaime López tenía una impresionante colección de vinilos que compartía con sus amigos más cercanos, entre sus grupos favoritos estaban Led Zepellin, Santana, Grandfunk… También levantaba pesas y hacía de la halterofilia un oficio que le merecía respeto y un salario dentro de la universidad como instructor físico. A finales de la década de los 60 del siglo pasado, más o menos en 1969, fundó con otros músicos aficionados al rock  duro, un conjunto que gustaba de hacer sus versiones de las grandes rolas de los Rolling Stones y de The Animals. La personalidad brusca y valentona de Jaime era bien conocida y reconocida por sus paisanos (pensemos en un Zacatecas mucho más pequeño, de hace 25 años), la capital del estado comenzaba una década ruidosa de activismo estudiantil y artístico irrepetible, los jóvenes formaban grupos desinteresados lo mismo de teatro que de expresiones plásticas o de rock, como es el caso que nos ocupa; dentro del ambiente Jaime comenzó a ser conocido como “El Máquina” por su portentosa musculatura de espartano, así que luego de fundado el grupo poco a poco se le puso el nombre: Mr. Máquina y como símbolo un monje electrónico de mirada perversa salido del tintero del ilustrador Manuel Denna.

      Eran los años de la consolidación de la universidad pública en el estado, la autonomía era el halito que habitaba todos los cuerpos y el rector de aquellos años, que gastaba simpatía de condescendiente y astuto, supo que un grupo de rock universitario le daría buena imagen y frutos interesantes en su puesto académico, así que dio el apoyo necesario para que Mr. Máquina fuese la banda oficial de la institución. Por esos mismos años, ya entrada la década del setenta, el entonces guitarrista de la agrupación  Ignacio Rosales decide dejar el mundo de las greñas largas y los cuernos demoniacos pero recomienda a Eduardo López Rojas para que ocupe su puesto. López Rojas hace buenas migas con el líder musculoso e inician así una colaboración que marcó  la tradición rockera del estado (si es que podemos hablar de tal cosa). 


      Comenzó la etapa de más éxito y decir esto es decir que el trabajo abundó y floreció, como grupo universitario Mr. Maquina se presentaba en diversos municipios, principalmente en Fresnillo y Jerez, en donde eran realmente admirados, por aquellos días se habían convertido no sólo en profetas de una nueva actitud existencial, también en los únicos músicos que arriesgaban su reputación y hasta sus familias por el rock pesado, entiéndase poderosos rifs, vestimentas extravagantes y temática demoniaca. Tocaban sobretodo covers de sus favoritos: Black Sabath, Rainbow, Deep Purple , Yngueen Maunstein. Cada presentación significaba algarabía descontrolada, virtuosismo técnico de los ejecutantes y en general un desmadre bonito y disfrutable, donde corría la cheve, la cuba y el son de mota que a nadie distanciaba y que al contrario, parecía acercarlos más.  En este periodo de triunfos Mr. Máquina alternó con las grandes bandas del momento, entre las colaboraciones más importantes destacan las presentaciones al lado de Toncho Pilatos, Luz Bell, Dug Dugs, El Tri, Real de Catorce, sin olvidar a las incipientes agrupaciones locales.

   Mr. Máquina cambiaba constantemente de elementos, por sus filas pasaron innumerables músicos amateurs y profesionales, los que ahora fungen como profesores en la facultad de música o han alcanzado ya la orbita del purgatorio como Jaime López a quien desafortunadamente la muerte lo encontró en un accidente de carretera. 

     Eduardo López Rojas se dedicó durante 40 años a la música, a la que no desdeña y aún acaricia en su habitación especial en la azotea de su casa; ha ejecutado casi todas las variantes de rock, desde el meloso rockabilly malteadero al estridente Death metal de los años noventa, pasando por el blues y el country, su nombre resalta entre los guitarristas por su fino oído educado en la vida diaria y no en las aulas y por sus extensos solos que imitaban al mismísimo Paganini al violín, también le dedicó vida a lo que fue su principal fuente de ingresos: la música de fiestas, amenizó la borrachera de familia y extraños durante mas de tres décadas y aún entre las rarezas más peculiares que se encuentran en un mercado de pulgas de la capital se pueden encontrar un par de grabaciones de uno de sus primeros grupos “La cuarta dimensión”. Muy poco material sonoro queda de aquellas épocas de Mr. Máquina, si acaso un par de videos y un muy raro CD con una actuación al lado de Toncho Pilatos y Luz Bell en el auditorio de la Facultad de Derecho, en el 1977 aproximadamente.

     Cada año se organizan homenajes y talleres recordando a Mr. Máquina, las nuevas bandas poco saben de la leyenda, pero nada más rascar un poco en el pasado salta la huella innegable, porque es eso, huella y no frívolo pasar el que estos músicos dejaron en la sociedad y en el ambiente rockero de Zacatecas, habría que considerar hacerles un homenaje digno, a la altura de su legado, con bandas de trayectoria destacada de las que alternaron con ellos, y no sólo el homenaje insípido de la muchachada que apenas aprende el circulo de sol quieren gozar las jaleas del estrellato.